Concluyéronse, pues, el cielo y la tierra y todo su aparato, y dio por concluida Dios en el séptimo día la labor que había hecho, y cesó en el día séptimo de toda la labor que hiciera. Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; porque en él cesó Dios de toda la obra creadora que Dios había hecho.
Ésos fueron los orígenes del cielo y la tierra, cuando fueron creados.
("La Biblia", Dios, ed. Pentateuco, Mesopotamia, año 0)